Huxley desactivó el reactor de su rifle de plasma y procedió a guardar el mismo en el estuche de su cintura. Se limitó a observar el escenario que él y sus compañeros de tropa habían creado en ese planeta: techos en llamas, caminos ensangrentados y gritos de centauris. Los gritos de esa especie no duraron mucho, ya que las llamas se encargaron de acallar sus lamentos.
—Nuestro trabajo ha terminado —dijo el capitán y clavó la bandera de la Tierra entre unas piedras—. Declaro a Próxima b conquistada.
—Recordarán este evento como el día uno de la conquista galáctica. Los humanos no nos detendremos hasta hacernos con cada uno de los planetas habitables de la Vía Láctea —. Todos los soldados, incluyendo Huxley, celebraron con aplausos y vitoreo.
—Soldados, embarquen de inmediato y calibren su navegador hacia la Estrella de Barnard. La conquista recién comienza —ordenó el capitán.
Los soldados no tardaron en subir a sus naves y en obedecer la orden de su capitán, en cada tablero y pantalla resaltaron las coordenadas a aquella enana roja. Todas las naves despegaron del suelo y se elevaron al vacío del éter; todas las naves, menos una.
Huxley dijo una maldición y volvió a girar la llave que encendía el reactor nuclear. No se escuchó ningún ruido ni se vio ningún movimiento ascendente. Bajó a comprobar. No necesitó ver el reactor por segunda vez para entender que se había dañado y había quedado inutilizable.
Volvió a la cabina y envió un mensaje a su tropa, seguramente ya estaban varios años luz de allí, y tardarían un tiempo en volver. Era una lástima, había estado emocionado por visitar la constelación de Ofiuco y ver de cerca a esa especie reptiliana antes de que sea forzosamente extinguida al igual que los centauris.
—Ah, no podrá ser —se lamentó—. Navegador, reproduce los Bee Gees —Huxley le ordenó a su navegador para pasar el tiempo hasta que vinieran por él. Sus compañeros de armas siempre se habían burlado de él por tener un gusto tan obsoleto en música, pero Huxley prefería la voz humana a la de la Inteligencia Artificial.
Huxley salió de la cabina, sus pies pisaron tierra, pero no pudieron quedarse quietos, la música disco era contagiosa, por lo que, antes de darse cuenta, ya los estaba moviendo, y su cabeza se abanicaba al compás del ritmo.
How deep is your love, how deep is your love?
I really mean to learn
Huxley detuvo sus pasos y colocó su mano sobre la funda de su rifle al descubrir que era observado. Era un centauri femenino, sus ojos lo miraban fijamente.
Al parecer, había sobrevivido uno.
El soldado estuvo a un segundo de retirar el arma de su funda para efectuar el disparo letal, pero se detuvo cuando la centauri comenzó a mover su cabeza y sus pies imitando sus movimientos anteriores.
La escena, por alguna extraña razón, llamó su atención. Alejó los dedos de su arma, y se quedó allí, inmóvil, viendo qué bien la extraterrestre sabía imitar su baile.
La música seguía sonando, y el cuerpo de Huxley conocía bien cada nota de esa melodía, tanto que era natural para él reanudar el baile de manera inconsciente. Cuando quiso acordarse, Huxley estaba moviendo la cabeza al ritmo de los Bee Gees junto a su enemigo.
'Cause we're living in a world of fools
Breaking us down
When they all should let us be
La centauri caminó hasta él y le tomó de ambas manos, invitándolo a que le enseñara más pasos. Huxley no pudo negarse, y mientras la hacía girar por debajo de su brazo se preguntó por qué diablos estaba bailando con ella y por qué, a pesar de saber que estaba mal, no podía dejar de hacerlo.
Cuando llegó el clímax de la canción dejó de preocuparse por eso, y con una sonrisa sincera, disfrutó de aquella inusual compañera de baile. Ella no era muy distinta a él; pues, de manera irónica, la física del universo se las había arreglado para que todas las civilizaciones fueran semejantes entre sí.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó cada vez más curioso por ella.
La centauri le respondió, pero en su idioma. Apenas pudo rescatar de sus palabras su nombre. Le supo hermoso al repetirlo en sus labios. Su compañera lo sorprendió besando esos mismos labios que habían pronunciado su nombre. Huxley la alejó impresionado. Ella era su enemiga, y él había participado en el exterminio de su raza. La última centauri se había enamorado de su verdugo.
La música paró de repente y en el cielo se dibujó la estela de varias naves. Huxley sintió verdadero terror, un miedo que ni siquiera había sentido durante las batallas.
—Vete, tienes que esconderte —la centauri no pareció dispuesta a alejarse de él, pero Huxley no se rindió y la obligó a esconderse entre los restos de una antigua madriguera.
—Soldado Huxley, disculpe la demora. Pero no podíamos posponer la batalla.
—Se entiende, capitán. La causa siempre será la prioridad —Huxley saludó a su superior.
El mecánico se encargó de arreglar el reactor en unos minutos, minutos que fueron una eternidad para Huxley, deseando que a ningún soldado se le ocurriera comprobar el interior de las madrigueras.
Un cuarto de hora después, Huxley se elevaba por el cielo de Próxima b, sin poder despegar los ojos de aquella aldea destruida.
—Navegador, ¿cuándo es mi próximo día libre?
—En quince días solares.
Huxley dejó Próxima Centauri detrás preguntándose si sería correcto volver.
…
GLOSARIO:
Próxima Centauri: Es una de las tres estrellas que conforman Alfa Centauri, un sistema estelar. Es la estrella más cercana al Sol.
Próxima b: es un exoplaneta que orbita dentro de la zona habitable de la estrella enana roja Próxima Centauri.
Estrella de Barnard: es la segunda estrella más cercana al Sol, ubicada en la constelación de Ofiuco.
Vía Láctea: Es la galaxia en donde está ubicado nuestro sistema solar.
La canción que escucha Huxley es Bee Gees - How Deep Is Your Love.
...
Este relato participa del CONCURSO DE RELATOS XXXIII ED. EL GRAN GATSBY DE FRANCIS SCOTT FITZGERALD
¡Vaya relato te has marcado! ¡De sobresaliente!... y mira cynthia que no los CIFIS no es lo mío, , pero “Próxima Centauri” es toda una sorpresa: el guiño a la música retro (más retro aún para los soldados galácticos futuristas); la inesperada imagen de Huxley bailando; el propio nombre de Huxley, un guiño al autor de “Un mundo feliz”; la tecnología; el glosario con el nombre de las estrellas y planetas… y dentro de este magnífico relato, la historia de la atracción de dos seres tan diferenciados y enemigos unidos en un baile unificador.
ResponderEliminarTe felicito.
Gracias, Tara, por tu comentario. Me alegra que te haya gustado el relato.
EliminarMuchas gracias, Cynthia, por participar con este relato en el homenaje a Fitzgerald. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por la propuesta para el concurso.
EliminarHola, Cynthia. Nos cuentas una historia de amor muy original. Dos seres tan diferentes son capaces de conectar gracias a la música y el baile. Sin duda, el mundo sería mejor si se cambiasen las armas por las canciones y las batallas fueran danzas de conexión entre los pueblos. Suerte en el Tintero.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Carmen, por leer y comentar. Un saludo.
EliminarMuy buen relato, con la música como catalizador. Suerte.
ResponderEliminarGracias, Guille.
EliminarUn saludo.
Magnífico relato Cynthia. "Bailar con el enemigo" en lugar de "dormir con el enemigo". También ha pasado en nuestras guerras. Hermoso. me recordó a Hiroshima mon amour. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por leer y comentar. Un abrazo.
EliminarHija que cuento más chulo, es más me a gustado mucho.
ResponderEliminarY más con esa información extra que yo desconocía, eres un pozo de sabiduría, te felicito.
Besos de flor.
Gracias, Flor, por tu comentario. Me alegra que te haya gustado el relato.
EliminarUn saludo.
jaja. no creo que el dia quince le importe mucho si es correcto no. tendra que agenciarse la nave, eso sí.
ResponderEliminarme ha resultado un texto muy ameno y rapido, leyendo rapidamente para ver como acaba la historia de amor.
parece que la especia va a sobrevivir,pero será con mestizos
me ha gustado mucho, es muy original
barazo y suerte
¿Cómorr , un brazo eso qué es? Será un abrazo , no os es que aquí también cobran como en los telegrama que pagas por letras? Anissss esos táctiles Gabiliante que daño nos hacen. Y todo por las prisas Jajaja besos de flor.
EliminarQuise poner un barazo tú ves eso es cosa de los táctiles jajaja
EliminarMuchas gracias por comentar. Me alegro que les haya gustado la historia. Ja, ja. La tecnología nos pelea a todos.
EliminarUn abrazo.
Un romance "interespecial" más allá de las estrellas! Que combinación! Me ha encantado que su punto de conexión fuera la música. Y nada menos que los Bee Gees! Espectacular! Un abrazo y mucha suerte!
ResponderEliminarUna historia de amor diferente, me ha gustado la ambientación y como describiste los acontecimientos.
ResponderEliminarBee Gees, me encantan, música de mi adolescencia.
Muy buen relato, un abrazo, PATRICIA F.
Gracias, Patri.
EliminarMe alegra que te haya gustado el relato.
Un saludo.
Me encantó. Nos haces pasar por diferentes estados de ánimo mientras te leemos. Primero una acción de exterminio, luego el baile, la atracción. Lo único que no se me hace muy coherente es que la centauri quiera algo con él, que participó en una atrocidad pero tienes un gran permiso ya que no sabemos como son o qué piensan. Una historia de amor que merece una segunda parte.
ResponderEliminarEs cierto que no es muy lógico que la centauri no presente miedo hacia su exterminador. Pues, si fuera yo lo último que pensaría es en enamorarme de él, ja, ja. Pero muchas veces los seres vivos (sobre todo los humanos) actúan de formas muy extrañas y contradictorias.
EliminarGracias, Ana, por leer y comentar.
Un saludo.
Buen relato más alla de las estrellas, mucha suerte.
ResponderEliminarGracias por comentar. Un saludo.
Eliminar"Los humanos no nos detendremos hasta hacernos con cada uno de los planetas habitables de la Vía Láctea" pensó Huxley, celebrándolo con aplausos y vitoreo. Mal podía imaginarse que en unos minutos estaría bailando con su enemigo y que se enamoraría de ella. ¡La fuerza del amor!
ResponderEliminarUn buen relato, lleno de imaginación y de detalles bien pensados.
Saludos.
Hola, Cynthia. Nos regalaste un momento muy especial con este relato. Me hace pensar en el síndrome de Estocolmo. En este caso no se trata de un raptor sino de un invasor. Además de cifi tu relato es un poco subrealista con esa música sonando en medio del caos en el que quedó sumido ese planeta en despojos luego de la guerra.
ResponderEliminarMuy buen trabajo.
Un abrazo
Hola, Mirna. Muy cierto, los BeeGees vuelven el ambiente de la historia un tanto irónica y jocosa.
EliminarLa actitud de la centauri podría encasillarse dentro de ese síndrome sin problema.
Muchas gracias por leer y comentar.
Un abrazo.
Una historia diferente que se degusta con placer. Me ha encantado ese detalle de la música que hace al protagonista más humano dentro de la atrocidad en la que participa. Muy bueno, super imaginativo!
ResponderEliminarUn abrazo
Esa fue justo mi intención al colocar la música en el relato: humanizar al protagonista. Será un invasor asesino, pero no deja de ser un humano con gustos y hobbies.
EliminarGracias por leer y comentar.
Un saludo.
Que ganas de exterminar a los exterminadores. Parece ser que el ser humano se cree un Dios destructor con derecho de conquista y sometimiento por parte de otras civilizaciones. Menos mal que estas se ocultan convenientemente. Quizás por eso nos consolamos matándonos entre nosotros.
ResponderEliminarUn relato de ciencia ficción pavoroso, pero con un toquecito de esperanza. La música y el baile hacen maravillas.
Abrazo.
Entiendo tus deseos de exterminar a los exterminadores, je, je. El humano siempre ha sido destructivo. Somos la única especie que en vez de adaptarnos al medio, lo cambiamos. Y creo que eso se aplica tanto en la Tierra como en otros planetas.
EliminarGracias, Francisco, por leer y comentar.
El amor surge donde menos se le espera, un bonito relato con final esperanzador.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Cynthia. No esperaba encontrar un relato de ciencia ficción en esta convocatoria. Has sido muy original en la propuesta. Al hecho de ser especies diferentes (aunque similares) se une la condición de conquistador y conquistados, en este caso más bien exterminador, el ser humano superando más si cabe sus propias miserias. La música de los Bee Gees añade un toque casi humorístico, imaginando a los dos enemigos sin poder dejar de bailar. Tal vez próxima b sea la cuna de una nueva humanidad. Me ha recordado a una película que vi hace tiempo titulada "Enemigo mío", que trataba una temática similar. Mucha suerte. Un abrazo.
ResponderEliminarAh, ya me había olvidado de esa película. Gracias por recordármela. Puede que haya estado en mi inconsciente a la hora de escribir.
EliminarGracias por leer y comentar. Un saludo.
Hola, Cynthia. Pero mira que me has hecho disfrutar con canción incluida y todo. Uno de los mejores relatos desde mi punto de vista. Me ha rememorado tu comienzo un relato que hice el año pasado que debía ser Grimdark y terminó siendo SciFi. Pero pasar de ese punto a convertirlo en una historia de amor entre especies ha sido una total genialidad. Y con toda esa información astronómica incluida. ¡Fantástico!
ResponderEliminarSuerte con el concurso y un beso enorme,
La verdad es que el romance nunca fue mi fuerte, así que intenté encararlo hacia un género que fuera más afín a mí. Ja, ja.
EliminarGracias, MJ, Por dejar tu comentario.
Hola, Cynthia. A mí me gusta la vifnvua ficción, escribirla y leerla, y la tuya es de 10. Te ha quedado un relato muy redondo, creíble, en el que la música disco es otro protagonista igual de importante que Huxley y la centauri. Seguro que vuelve el terrícola a buscarla.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor en el concurso. Un abrazo.
Todo indica a que sí volverá a visitarla.
EliminarGracias por leer.
Un saludo.
Una historia distinta, pero que te atrapa. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarHola, Cynthia. Este relato corrobora el dicho de que la música amansa a las fieras y, añado, hace confraternizar al enemigo. Uns historia de amor en un formato CIFI es complicado y más si estamos a matar. Tu lo has logrado con nota. Te felicito por ello. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegra que el relato te haya gustado.
EliminarGracias por leer y comentar.
Un abrazo.
Un relato de ficción especulativa que me ha sorprendido mucho. Imaginarme a un soldado espacial bailando al ritmo de los bee gees bajo la luz cenicienta de una enana roja mientras flirtea con una especie indígena que acaba de ayudar a exterminar me ha encantando. Aldoux no pondría en duda el buen uso de su apellido. Buena historia de amor.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato. Suerte en el Tintero. Un abrazo.
Ja, ja. Resumiéndolo así, sí que me ha quedado un crisol bastante extraño.
EliminarGracias por leer y comentar.
Un saludo.
Original historia, sin duda. A mí me ha encantado esa remisión al pasado musical y descubrimiento para otros seres especiales, que los va a convertir en especiales. Una, que es muy fan de los Bee Gees. Suerte! Abrazo.
ResponderEliminarMe alegra encontrar a otra fan de los Bee Gees.
EliminarGracias por dejar tu comentario.
Un abrazo.
Me encanta la ciencia ficcion, y el relato nos da todo lo que queremos, guerras y amores. De momento parece ha tocado facil.... quizas aparezca un dia alguien muy fuerte capaz de detener a los terricolas o que quizas ya hayan escuchado a los Rolling Stone
ResponderEliminarJa, ja, ja. La mejor estrategia para defenderse de invasores alienígenas es tener un repertorio de música muy variado.
EliminarGracias por leer y comentar.
Un saludo.
Hola, Cynthia. A mí lo que más me ha llamado la atención es esa obsesión por ir aniquilando razas alienígenas por parte de las tropas terrícolas. Máxime cuando la última superviviente de una de esas masacres, en vez de esconderse, es tan solícita y hospitalaria.
ResponderEliminarLo de buscar la hegemonía eliminando a todo ser viviente me parece aberrante. Espero que el protagonista deserte y vuelva a buscar a la simpática superviviente y se vayan a un desconocido planeta a vivir lejos de tanta masacre. Eso sí después de haber dejado una bomba remota en cada una de las naves mercenarias.
Saludos y suerte.
Me gusta tu desenlace para esta historia. Pues, un final muy justo y merecido para los invasores.
EliminarGracias por comentar y leer.
Un saludo.
Muy original tu historia, Cynthia. El amor puede surgir en cualquier lugar y entre personas tan diferentes entre si como las de tu cuento. Buen trabajo. Saludos y mucha suerte en el tintero.
ResponderEliminarGracias, Pedro, por comentar y leer.
EliminarUn saludo.
Hola Cyntia, nos ofreces una historia de amor diferente , al igual que los protagonistas. Eso de que el soldado baile al ritmo de los Bee Gees es todo un acierto.
ResponderEliminarTengo que confesar que la ciencia ficción no es mi fuerte, pero en este caso el relato es entretenido y atrapa desde el principio en espera de ver como termina .
Diferente y con mucha imaginación
Un abrazo y suerte en el concurso
Puri
Gracias, Puri, por tu comentario. Me alegra que lo hayas disfrutado a pesar de no ser tu género favorito.
EliminarUn saludo.
Cynthia! Para un fan de la ciencia ficción espacial, este relato es una auténtica delicia. Además, fusionas la cultura pop con el síndrome de Estocolmo y nos dejas con la miel en los labios con ese final tan abierto como cerrado, porque Huxley va a volver a por ella, ya te lo digo, je, je.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo y mucha suerte!
Yo también pienso que irá por ella.
EliminarGracias por leer y comentar.
Un saludo.
Ni siquiera un supersoldado del futuro y una extraña alienigena de un lejano planeta pueden escapar de la magia musical de los Bee Gees. Has mezclado en un solo relato mi tema favorito, el amor; uno de mis generos favoritos, la ciencia ficción; y mi musica favorita, la de los bee gees... No hay manera de que no me encantara tu historia... ¡Excelente relato!.. Saludos
ResponderEliminar¡Nadie puede escapar de la magia de los Bee Gees, bien lo has dicho, y eso aplica para cualquier ser, terrestre o no!, ja, ja.
EliminarGracias por leer.
Un abrazo.
Un relato de amor en la galaxia, lleno de misterios, y emociones encontradas. Abrazos virtuales desde Venezuela.
ResponderEliminarGracias, Raquel, por leer y comentar.
EliminarUn saludo.
Me ha encantado Cynthia, muy original esta historia de amor y ciencia ficción. También me gusta la idea de que la música puede tender puentes entre civilizaciones distintas y dar lugar al amor. Genial que hayas puesto la información estelar y la canción como un extra indispensable. He disfrutado mucho con tu relato.Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro, Lola, de que hayas disfrutado el relato.
EliminarGracias por pasarte por el blog y por dejar tu comentario.
Un abrazo.
Hola, Cynthia:
ResponderEliminarUno relee tu relato y se reafirma en su creencia de que la “literatura de género” es la más apropiada para desarrollar cualquier tema. Tu relato es un gran cuento de fantasía futurista (confío en que no de anticipación), pero es ante todo una gran historia de amor.
Un abrazo, Cynthia.
Gracias, Nino, por tu comentario.
EliminarUn saludo.
Qué bonito! Bueno, dejando a un lado la destrucción, quiero decir. Me encanta que haya una escena de baile, hace que todo parezca más esporádico y natural. Me ha recordado a Los guardianes de la galaxia por un momento, cuando ha empezado a bailar fuera de la nave jajaja
ResponderEliminarSeguiré leyendo tus relatos
Un abrazo!
Gracias, Teresa, por pasarte por mi blog.
EliminarEspero que mis otros relatos te gusten tanto como este.
Un saludo.
Hola, Xing, me pasaré por tu blog para leer sobre la propuesta que traes.
ResponderEliminarGracias por comentar.
Un saludo.
Pensé que la centauri se vengaría, que lo seduciría para matarlo. Pero tal vez haya logrado reproducirse, consumando una relación con alguien de los invasores. Y si no hubo tiempo, es probable que el terrestre vuelva.
ResponderEliminarBien contado. Besos.
Gracias, Demiurgo, por pasarte por el relato y dejar tu comentario.
EliminarUn saludo.
Pero el Dr. Itua, practicante tradicional de hierbas en África, ha curado el VIH/cáncer que se extrae de algunas hierbas raras. Existe un gran potencial para curar el SIDA y el cáncer al 100% sin dejar residuos. La medicina herbal del Dr. Itua ya ha revisado varios blogs sobre cómo usa sus poderosas hierbas para curar todo tipo de dolencias como. Herpes, VIH, enfermedad de Cushing, insuficiencia cardíaca, esclerosis múltiple, hipertensión, cáncer colorrectal, diabetes, hepatitis, VPH, erección débil enfermedad de Lyme, cáncer de sangre, enfermedad de Alzheimer, cáncer de cerebro, cáncer de mama, cáncer de pulmón, VIH_cáncer de riñón, herpes, EPOC, glaucoma, cataratas, degeneración macular, enfermedad cardiovascular, enfermedad pulmonar, agrandamiento de la próstata, osteoporosis, enfermedad de Alzheimer,
ResponderEliminarDemencia, removedor de verrugas, herpes labial, epilepsia, también su refuerzo inmunológico a base de hierbas. Digo esto porque él está usando su medicina a base de hierbas para curarme de la hepatitis B y el VIH con los que he estado viviendo durante 9 meses sin efectos secundarios. La medicina herbal es igual de buena cuando la bebo, aunque tengo que usar el baño después de beberla, lo cual realmente no me importa porque solo quiero sacar el virus de mi cuerpo, recomendaría al Dr. Itua a cualquiera. que está enfermo aquí para contactar al Dr. Itua con la siguiente información.
Correo electrónico...drituaherbalcenter@gmail.com /
Tienda en línea https://drituaherbalcenter.com/shop/
Es posible que tarde en responder porque siempre está ocupado con las patentes, pero seguramente se pondrá en contacto con usted con una respuesta positiva.