Mi amo se encuentra recostado sobre su silla con un gesto melancólico. Su esposa ha ido a la casa de su madre de visita. No es la primera vez que la señora visita a su madre, pero el amo parece no poder acostumbrarse a la ausencia de ella.
Sumamente preocupado, me acerco a mi amo
para consolarlo. Su sonrisa me indica que ha mejorado su humor, y yo estoy satisfecho
de serle útil. A mi lado, uno de mis hermanos también reclama los mimos del amo,
así que opta por apapacharnos a los tres.
—Buenos chicos… —nos halaga y luego se
incorpora de su asiento—. No importa lo mucho que la extrañe, los días siguen su
rumbo y el trabajo sigue acumulándose. Bien, volvamos al trabajo, chicos.
Puede que sea una mascota, pero eso no
significa que no pueda trabajar. Si tuviera que definir nuestro trabajo de forma
simple y precisa sería: perros guardianes. Mis hermanos y yo nos encargamos de asegurar
la entrada de la casa del amo. Nada debe salir ni entrar.
Este día el trabajo estuvo bastante movido,
tuve que espantar a un hombre que decía que su mujer estaba dentro de la casa del
amo. Pero algo me dice que pronto volveré a verlo por aquí.
—Bien hecho, Cerbero —El mejor momento
del día es cuando el amo me felicita por mi buen trabajo—. ¿Cariño?—El amo se distrae
al ver a una mujer con una maleta acercarse por el río en un barco con un anciano—¡Cariño!
¡Te extrañé tanto!
Por lo que entiendo, la esposa que regresa ese Perséfone. Y su madre, Demeter.
ResponderEliminarBien contado. Besos.
¡Oh, menudo perro guardián! Muy buen micro, Cynthia. Un protagonista y una historia que no se adivina hasta el final.
ResponderEliminarBuen micro que me encantó leer Cynthia. Gracias por acercarte a mi blog. Un abrazo y feliz día.
ResponderEliminarHola Cynthia. Como comenta Marta, no se adivina el sentido del relato hasta el final. Has ido dejando pistas para que averigüemos quien es quien en este juego: Hades, el dios del inframundo con su can de tres cabezas Cerbero; Perséfone que cada seis meses se va a ver a Démeter, su madre, generando las estaciones y dejando a Hades sumido en la tristeza; el anciano Caronte que la trae de regreso a través del río... todo bien hilado para que al final todo cuadre y nos sorprenda. Muy buen trabajo. Un abrazo.
ResponderEliminarA quienes desconocíamos a los personajes, tu relato nos invita a investigar sobre ellos para que termine cuadrándonos, como indica Jorge Valín en el comentario anterior. Ahora soy un poco menos ignorante, además de haber disfrutado de tu escrito. Gracias y felicidades.
ResponderEliminarSimplemente genial, me encantó, además MUY original. Saludos.
ResponderEliminarMuy emotivo y simple, Cynthia. Me encantó.
ResponderEliminarMuy buen micro, Cynthia, con ese final en el que acabas atando cabos para reconstruir la historia. Por un momento temí que el anciano del barco fuera Hércules disfrazado dispuesto a finalizar el último de sus trabajos. Me gustó mucho la historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Parece que salí del anonimato, veremos hasta cuando. Quizá sea una de las habituales visitas a Demeter. Muy bien contado, con pistas como los hermanos perros que son esas tres cabezas reclamando atención. La valijita de Perséfone es un detalle encantador. Me encantó. Un abrazo
ResponderEliminarEstupendo micro, Cynthia!! Hasta el final no descubrí al mito. Muy original la forma de contarlo. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola Cynthia! Genial micro en el que no terminamos de descubrir a todos los implicados en la historia hasta el final. Muy acertado narrarlo desde el punto de vista de Cerbero.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Cynthia sin duda una historia muy antigua y menudo guardián. Un saludo.
ResponderEliminarCurioso este enfoque del mito del Cerbero! Ja, ja! Un abrazo!
ResponderEliminarUna mag indica transposición al a actualidad. Con el amo sufrido tirado en el sofá acariciando la cabeza, alguna de ellas de su fiel mascota
ResponderEliminarAbrazoo
Un relato en primera persona para el perro Cerbero. Muy bueno! Un abrazo
ResponderEliminarUn Can como cerbero es garantia de que ningun personaje va a pasar desapercibido. Hermosa historia que cuenta todo desde el punto de vista de la peculiar mascota
ResponderEliminarHola, Cynthia. Buen micro contado desde la boca (las tres bocas) del cancerbero, acomodandolo el mito a la actualidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Cynthia.
Hola, Cynthia. Me has obligado a hacer un ejercicio de documentación para dar sentido al relato con lo cual me he quedado encantado con tu trabajo. Tengo un librito: "Teogonía, trabajos y días. Hesíodo" que me está ayudando este mes para admirar más los relatos y para ver que sabía muy poco del tema. Gran trabajo. Un abrazo.
ResponderEliminarNo hay nada más valioso que una mascota con tres cabezas que cuiden hasta de la casa de Hades. Ese viejo gruñón de la barca me suena. Creo que es el mismo que dejó a Publio en tierra.
ResponderEliminarMuy bien traído y llevado el mito.
Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Cynthia:
Enhorabuena por tu relato. Es curioso cómo una narrativa sencilla, además de ser la más difícil de escribir, puede ser la más agradecida por el lector. Me sorprendió el desenlace de tu historia.
Un abrazo, Cynthia.
¡Hola, Cyntia, un micro original porque compaginas dos elementos: la sencillez a la hora de leerlo y la profundidad de la historia al tratarse de personajes mitológicos que, al menos yo, no supe captar desde el principio. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola, Cynthia, qué bien traido ese punto de vista del perro guardián, y su amo. Me he sentido por un rato un can al acecho de su instinto de servidumbre. Me gustó, mucho.
ResponderEliminarUn abrazo!
Muy original tu propuesta para este micro, me gustó mucho, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
El perro va cargado de ironía, jejeje. Muy original.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Cynthia. Tu historia (mitológica) contada desde el punto de vista de la mascota hace que sea más original y hasta, para mí, mucho más entretenida.
ResponderEliminarSaludos.