La
mujer, temblaba como designio de la ira que fermentaba en su interior, mientras
paseaba un arma de fuego de una mano a otra, sentada sobre una silla ya vieja,
que rechinaba al ejercer peso sobre ella. La pelinegra se inclinaba hacia
adelante, como si su pecho llevara un peso de plomo que la obligaba a encorvarse.
Su hermano, al otro lado de la habitación oscura, la miraba en silencio,
interpretando de la mirada rabiosa de la mujer, que estaba preparándose para
cometer una locura.
— Todos
pagaran — decía con los ojos secos, era incapaz de llorar, ya que sentía una
emoción mayor a la tristeza, era la ira, la rabia contenida, podía sentirlo en
cada confín de su cuerpo, era como fuego quemante como una estela encendida —
Esas malas personas no merecen vivir…
— ¿Sabes
lo que diferencia a las buenas personas de las malas?
La
pregunta del hombre había colisionado con la realidad de la mujer de manera
violenta, la había despegado de su figuración vengativa, plantando en ella el
desconcierto y algo de confusión. Su hermano no esperó respuesta alguna, en
cambio continuó hablando.
— Que
las buenas cuando obtienen la oportunidad de vengarse, no lo hacen.
La
mujer parpadeó intermitentemente, escuchando las palabras de su hermano, si
bien no podía ver su rostro a causa de la oscuridad, podía imaginarse la
expresión que tenía en ese momento su rostro.
— Una
buena persona es justiciera también — luego de recomponerse, la mujer optó por refutarle,
frunciendo el ceño algo ofendida.
— No
confundas venganza con justicia. ¿Quién te ha dado la autoridad para impartir
castigos y adulaciones a tu parecer?, ¿Qué te hace mejor que ellos?
— ¡Yo
no he cometido sus mismos pecados! — contraatacó levantándose de su silla de
manera enérgica.
— No,
por ahora — su hermano caminó alrededor del escritorio, acercándose a la
ventana para que la luz de la realidad impactara con su rostro mutilado — Para
que una venganza pueda considerarse satisfactoria debe ocasionar el mismo o
mayor daño que la ofensa que se trata de vengar. Al ser hacedora de dicha
venganza, ¿No te convertiría en una peor persona?, ¿No serías peor que esas
personas que tanto odias?
La
hermana fijó sus pupilas en el rostro de su hermano, manteniendo las lágrimas
en los ojos. Entonces pensó en lo que le dijo y sintió miedo inmediato, y una
leve vergüenza. Caminó hasta el escritorio y guardó el arma de vuelta en el cajón.
Guardándose la ira y todo sentimiento negativo en el fondo de su ser, pero a
pesar de que estaban en su interior, ocultos, no se significaba que estuvieran
seguros, sino que eran sentimientos inestables, y aun peor, muy peligrosos.
Un gran tema, ya planteado en los mitos griegos, en las tragedias, que dificilmente se agotará para la ficción.
ResponderEliminarBien planteado.
Es cierto que es un tema que no se agota, porque es un tema universal, que incluso en los griegos o hasta ahora sigue siendo parte de la humanidad, tanto el tópico de la venganza como el de la justicia por mano propia.
EliminarGracias por leer y comentar.
Un saludo.
Interesante el tema que expusiste, complejo el tema de la venganza y la justicia. A veces se parecen tanto y otras son tan distintas. Es casi inherente como la dualidad del ser humano.
ResponderEliminarAdemás hay algo curioso de la venganza, que pese a que la mayoría de veces se comete en "caliente", dicen que esta es dulce y se sirve en un plato frío. Y, por experiencia personal, no hay mejor satisfacción que esa. Je, je, je. (Aclaro: no maté a nadie, pero a los que cometieron una gran ofensa hacia mí nunca se esperaron que la retribución vendría del sitio menos pensado. Je, je.)
Que tengas un grandioso fin de semana. ¡Saludos!
Es cierto que son temas duales.
EliminarY personalmente no me concidero una persona vengativa, todo lo contrario, siempre mantengo la cabeza fría e intento apaciguar las aguas.Pero cuando se trata de ficción, los personajes vengativos o que los mueve un pasado oscuro, son mis favoritos. jeje
Gracias por leer y comentar. Un saludo
Hermoso, muy lindo. En serio. Me encanta como escribes, alguna vez pasaste por tu blog, pero no sabe como se veían los comentarios y no te pude responder adecuadamente, estos días había quedado en pasarme por acá y ahora es que el tiempo me ha dejado, te felicito por tu blog, me encantó, me leí varias entradas, en serio, me fascinó.
ResponderEliminarMuchas gracias Vanessa por seguir mi blog.
EliminarMe alegro que te gusten mis escritos. Espero que puedas seguir comentando. Me gusta saber que opinan mis lectores sobre lo que escribo.
Un saludo.