— Ha habido un nuevo caso esta madrugada. Ven a la escena del crimen — me informa mi compañera Daniela, al otro lado de la línea — ¡No vuelvas a dormirte, Blas Simon!
Luego de cortar la llamada, me siento en la cama, desperezándome. No tardo en percatarme que mi despertador se halla en el suelo otra vez. Lo tomo y vuelvo a colocarle una pieza que se salió, seguramente en el impacto.
Voy hasta el placar que se encuentra a unos metros de la cama. Allí selecciono un traje pulcramente cuidado y me visto con él, de manera perezosa.
Llegué a la escena. Pasé por debajo de las cintas de seguridad, haciendo equilibrio con mi taza de café.
— El mismo modus operandi — me saluda mi compañera.
— Buenos días, Daniela. Sí, yo también dormí bien — dije a modo de broma. Daniela es una obsesiva del trabajo, tanto que a veces se le olvida la cortesía más básica.
Ella ignora mi comentario y continúa relatando los hechos.
— La víctima se llama Daiana Ortíz. El asesinato sucedió entre las doce y las tres. Los cortes que presenta en el cuello parecen estar hechos con la misma arma punzocortante de los anteriores casos. Un punzón o un picahielo, talvez.
— No es nada nuevo… — digo con algo de frustración. Pues, es de los asesinos más limpios a los que nos hemos enfrentado, nunca deja pistas.
— No, esta vez sí tenemos algo nuevo — dice y me señala con la vista una cámara de seguridad.
Luego de revisar los archivos, hicimos copia de la figura del sospechoso. No era más que la sombra de un hombre encapado y con una galera antigua.
— ¿Dónde he visto esa galera antes? — me pregunto a mí mismo.
Desde entonces comienza en mí un extraño frenesí por atrapar a aquel hombre. Puede que Daniela haya contagiado algo de su obsesión por el trabajo en mí. Me cuesta conciliar el sueño más que nunca, sospecho de todos.
— ¿Otra vez has tenido insomnio, Blas? Deberías relajarte un poco.
— Es bastante irónico que lo aconsejes tú.
— Es cierto que le dedico mucho tiempo al trabajo, pero yo no soy la que tiene problemas para dormir — me regaña, en eso tengo que darle la razón.
Miro a Daniela, que se centra en revisar una vez más la evidencia que tenemos. Lo hemos repasado todo más de cien veces, pero parece que el tipo de la galera no hace más que reírse de nosotros.
Suspiro con frustración. Pensar que ese tipo nos está tomando el pelo, me pone de muy mal humor.
Mi compañera deja los papeles en la mesa y se centra en mí de manera curiosa.
— Nunca te vi tan obsesionado por un caso — afirma. Es obvio que busca explicaciones de mi parte para mi extraño cambio de hábitos laborales —. Blas Simon ha pasado de ser un detective flojo a un detective diligente, parece demasiado bueno para ser verdad.
— Es que este asesino lo siento muy cerca…, demasiado cerca — no tengo manera de explicarlo. Pero siento que ya lo conozco, y me hierve la sangre pensar que se está burlando de mí, justo en frente de mis narices.
…
Decidí investigar por mi cuenta. Sí, sé que es arriesgado, pero sentía que no íbamos a ninguna parte.
Es de noche. Por suerte el abrigo que llevo me protege bastante del frío invernal. He estudiado tanto el caso que siento que conozco al asesino como a la palma de mi mano, incluso, me atrevo a especular en los lugares que podría atacar a su siguiente víctima.
Siempre la misma historia. Atacaba a una mujer en algún callejón oscuro a las doce de la noche. De preferencia delgadas, de cabello castaño y estatura mediada. Una descripción muy similar a la mía, debo reconocer, por eso estoy segura que mi plan funcionará.
Por supuesto que estoy sola. Blas me regañaría si se entera de mi osadía y volvería a tacharme de obsesiva con el trabajo. Pero, esto lo hago más por él que por mí, pues… no me gusta verlo tan estresado últimamente.
Estoy segura que si atrapo al asesino, Blas volverá a ser el mismo de antes. Me preocupa su estado anímico.
Agudizo el oído cuando escucho que unos pasos me siguen de cerca. Utilizo, discretamente, un espejo para espiar a mi espalda. ¡Es el asesino!, lo reconozco por su galera.
Finjo no escucharlo, y guio mis pasos y los de él a un callejón sin salida.
Giro sobre mi propio eje y le apunto con mi arma.
— ¡Entrégate ahora!
El tipo de la galera no parece dispuesto a colaborar, todo lo contrario, saca del interior de su capa un picahielo. ¡Estaba en lo cierto con el arma!
El hombre se abalanza en mi dirección con el arma en alto, con evidentes intenciones de cometer, conmigo, su siguiente crimen. Pero yo no se lo permitiré. Disparo tres veces sobre su pecho, hasta que cae inerte sobre el suelo.
Me acerco al cadáver, le retiro la galera para poder ver mejor su rostro.
— ¡No, no puede ser! ¿Blas?
…
Vuelvo a despertar. Tengo sed. Mucha sed.
Tiro ese estúpido despertador junto a la cama. ¡Cuánto lo odio!
Camino hasta el placar que se encuentra a unos metros. Corro los trajes pulcramente cuidados y descubro una pared falsa. La quito y revelo el secreto que guarda: una capa negra y una galera antigua.
Tengo sed de sangre y esta noche voy a saciarme.
Toda una revelación. El detective era el asesino, por eso su mal dormir. Es raro pero hiciste que funcionara-
ResponderEliminarY asesinaba a mujeres que eran idénticas a su ayudante. ¿Algún deseo oculto?
Creo que Daniela se recompondrá. Y hasta podría ser la protagonista de más historias policiales.
Besos.
Hola, Demiurgo. Gracias por tu lectura y comentario.
EliminarNo había pensado en escribir más de Daniela, pero no es una mala idea, talvez vuelva a hacerla protagonista de alguna historia.
Un saludo.
¡Vaya! ¡Menudo final! Me ha gustado como el tono amable con que comienza la historia va girando hacia ese desenlace tan oscuro. También muy acertado el título. Buen relato, Cynthia. Mucha suerte.
ResponderEliminarGracias, Marta. Me alegro que el relato te haya gustado.
EliminarUna brazo.
Por cosas como esa nunca me caen bien polis y detectives: son malos, en el fondo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarUn saludo.
Muy bueno sin duda esta muy bien escrito y es original y te mantiene enganchado. Un saludo.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado el relato.
EliminarUn saludo.
Existe una tensión sexual no resuelta a lo largo de años de trabajo juntos con su compañera y somatiza de tal manera el detective del "Lado Abyecto de La Psique". Entronca con la figura gótica del "doppelgänger" y este cruce entre lo policial y lo preternatural siempre me sedujo (¡Qué se le va a hacer: Mis Delicias son los matices de Terror Clásico!) ¡¡¡Un Beso!!!
ResponderEliminarHola, Juan.
EliminarCompartimos los mismos gustos en el Terror Clásico.
Gracias por leer y comentar.
Un saludo.
Gracias, Cynthia, por participar con este relato en el homenaje a Dashiell Hammett y su novela El Halcón Maltés. Un abrazo y suerte!
ResponderEliminarGracias a ti, David, por traernos estos geniales concursos.
EliminarUn abrazo.
Nunca sabremos suficientemente e lo que es capaz nuestro doble, pero sí es sabido cuánto en común pueden tener vícitima y victimario. Lo que me parece muy bien logrado en tu historia es cómo la has estructurado, cómo vas de uno a otro hasta el doble fondo del placard.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Juana, por tu comentario.
EliminarUn saludo.
Hola Cynthia, un relato muy interesante
ResponderEliminarY con mucha intriga, muy bien
Te de una feliz semana santa, besos de flor.
Gracias, Flor. Me alegro que el relato te haya resultado interesante.
EliminarUn saludo.
Disfruté mucho acompañar a tus personajes a través de su relación profesional y pseudo amorosa hasta su grotesca revelación final. Saludos!
ResponderEliminarGracias por tu lectura. Me alegro que lo hayas disfrutado.
EliminarUn saludo.
Es muy bueno. Que el mismo detective sea el asesino, o puede que siendo sonámbulo, es un hallazgo. Me encantó la idea.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Albada, me alegro que el relato te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Bueno, Cynthia. Interesante giro final el que le has dado a tu relato. Se ve que Blas poseía una doble personalidad, de la que nada sabía. Un trabajo muy elaborado. Felicidades.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Bruno.
EliminarUn saludo.
Un relato que se va tornando más oscuro y siniestro a medida que avanza. Logras despertar el interés del lector en todo momento. Tengo una duda, disparan a Blas, sabemos que él es el culpable, luego en la parte final volvemos a verlo a punto de salir a hacer sus desmanes y dice tengo sed de sangre. No sé, me recordó a los vampiros. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarGracias, Ana, por pasarte por mi blog.
EliminarLa idea original es que la última parte es un flashback, es decir un extracto del pasado. Pero me gusta pensar que un relato no tiene una sola interpretación, y la tuya me encantó. Me parece una buena teoría que sea vampiro.
Gracias por comentar.
Un saludo.
Sorprendente.
ResponderEliminarSAludos.
Gracias.
EliminarUN saludo.
Me ha encantado, menudo doble final inesperado, el primero el sueño y el segundo el verdadero final. Estupendo relato, te mantiene en tensión hasta llegar al final. Felicidades!
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado el relato. Me gustó tu interpretación de los hechos, totalmente posible.
EliminarUn saludo.
Me ha gustado el título, la cambiante voz narrativa, la caracterización de los dos inspectores. Daniela más acelerada y, al parecer, profesional, y el de Blas, más calmado. No tiene prisa por levantarse, se viste con calma. Nada hace presagiar lo que ocurrirá finalmente. Y en una tercera “pirueta-círculo” vuelve Blas a estar en la cama, apagando el despertador y se resuelve la historia con fondo de armario incluido.
ResponderEliminarEstupendo relato Cynthia.
Has resumido la trama circular del relato a la perfección. Podría decirse que termina donde empezó.
EliminarGracias por leer y comentar.
Un saludo.
Un relato con un desarrollo tranquilo que va aumentando la intriga hasta llegar a ese sorprendente final.
ResponderEliminarMe gustó como transcurren los hechos.
Muy bueno Cynthia.
Un abrazo
Puri
Gracias, Puri, por dejar tu comentario.
EliminarUn saludo.
Hola, Cynthia, un relato fantástico, thriller al más puro estilo policiaco, con un final que te deja un gran regusto.
ResponderEliminarMucha suerte y un abrazo!
Gracias por tu comentario, Pepe.
EliminarMe da gusto que te haya gustado el relato.
Un saludo.
Hola Cynthia. Al final todo era un sueño, pero ese sueño nos deja una realidad inesperada e inquietante. Un relato bien construido con dos personajes con personalidades y maneras de trabajar muy definidas.Coincido con la apreciación de que hay una atracción subyacente entre los dos detectives. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por comentar, Jorge. El sueño es una posible interpretación del relato.
EliminarUn saludo.
Era demasiado peligroso, si podia ocultar esos secretos a la colega de trabajo era porque Blas era bastante habil. Quizas algun tipo de porblema mental o doble personalidad
ResponderEliminarCreo que la interpretación de la doble personalidad es de las más acertadas.
EliminarGracias por leer y comentar.
Un abrazo.
Hola, Cynthia. Algo se intuía pero no tanto, cambio de papeles entre la víctima y el verdugo, entre la realidad y el sueño. Ha sido un relato trepidante y sorpresivo. Suerte en el Tintero. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Isan, por tus palabras.
EliminarUn saludo.
Hola, Cynthia. El relato va creciendo en intensidad hasta llegar al climax, este final tan bueno y con esa doble sorpresa. Los diálogos también me gustaron. Mucha suerte en el concurso. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Pedro.
EliminarMe alegra que el relato te haya gustado.
Un abrazo.
He visto en los comentarios que hay interpretaciones para todos los gustos. Que si fue solo un sueño, que si el doble, que si es sonámbulo, que vampiro, que si traspasa la frontera entre dos mundos, que tiene doble personalidad...
ResponderEliminarMuy curioso este hecho, no ha sucedido en ningún otro de los relatos que llevo leídos. Yo me inclino por la interpretación del Dr. Jeckill y Mr. Hyde, no sé si acertadamente.
Desde luego tu trama es compleja y bien desarrollada en tan corto espacio.
Un beso.
Hola, Mj.
EliminarLa verdad es que me he llevado una sorpresa con este relato. Nunca me esperé tantas interpretaciones distintas.
Originalmente planeé que el último cambio de narrador en verdad fuera un flashback, es decir que Blas ya está muerto. Pero considero que todas las interpretaciones son válidas, y parafraseando a Barthes en "La Muerte del Autor", puedo decir que el autor no es más que el que escribe y es el lector el que le da significado al texto. Y habrán tantos significados como lectores.
Gracias por leer y comentar.
Un saludo.
Buena historia, con un asesino inesperado.
ResponderEliminarUn saludo y suerte.
Gracias, Ángel.
EliminarUn saludo.
Hola, Cynthia. Está claro que este Blas tiene una obsesión con Daniela y su doble personalidad o no le deja dormir o le provoca recurrentes pesadillas. La solución del caso en una tercera vía para mí es que el asesino es un antiguo mago repudiado cuando su ayudante murió en el escenario al fallar un truco, aunque la realidad es que la mató porque quería escapar del acoso al que era sometida. El investigador del caso fue Blas y ahora que ha salido de la cárcel se quiere vengar haciéndole creer que él es el asesino de mujeres. Con ayuda de drogas, cada noche le provoca un estado hipnótico que rompe el despertador, pero que al despertar le deja esa sensación de culpabilidad.
ResponderEliminarDaniela va a ser la última víctima del mago cuando Blas esté totalmente desequilibrado, la fría venganza se está sirviendo y solo un momento de lucidez puede evitar que uno acabe en el manicomio y su colega muerta. Y ahí lo dejo...
Saludos y suerte.
Hola, JM.
EliminarMe encantó tu interpretación y explicación, que tiene sentido, ya que la galera que usa el asesino podría ser la chistera de un mago.
Gracias por leer y comentar.
Un abrazo.
Hola, Cynthia. Muuuuy bueno!!! Intriga, suspenso, sorpresa. Me encantó. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Mirna. Me alegro que el relato te haya gustado.
EliminarUn saludo.
Buenísimo, me encanta la frase de cierre ^^
ResponderEliminar¡Qué bueno que te haya gustado la historia!
EliminarUn saludo.
Felicidades Cynthia por tu estupenda mención en Tintero. A mi me han castigado para el próximo reto pero no pienso perderme tu relato. Un abrazo, compañera.
ResponderEliminar¡Gracias Tara por tu comentario! Es una lástima que quedaras fuera de los ganadores, con tu relato que estaba muy bien, pero ha sido una votación muy difícil, ya que todos los tinteros se han presentado con muy buenos relatos.
EliminarUn saludo y gracias por tus felicitaciones.
¡Felicidades por el octavo puesto en la clasificación!
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, MJ.
EliminarUn abrazo.
Felicidades Cynthia por ese octavo puesto. Saludos!
ResponderEliminarGracias, Jorge. Un abrazo.
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