lunes, 30 de junio de 2025

La Máscara Roja

 


Una vez alguien me dijo que todos llevamos una máscara.

Estaba en la reunión de trabajo. A pesar de que debía presidirla —ya que era el socio con mayores acciones—, permanecía en silencio. Paseé los ojos por los miembros de la junta directiva de la asociación: un desfile de máscaras.

La primera era Máxima Fiorel, presidenta de la farmacéutica Fiorel. Una mujer hermosa, siempre vestida con recato. Jamás le había visto un centímetro de piel de más, y mucho menos un escote. Llevaba un moño sobrio sobre el cuello y sonreía livianamente. Pero pocos sabían que su imagen distaba mucho de su verdadera esencia. Por dentro era una ninfa sedienta de carnalidad. Su pobre esposo no era más que la víctima de un adulterio sucio y sin control.

Paseé la vista por la mesa. ¿Acaso había alguien entre los presentes que no hubiera compartido sábanas con Máxima Fiorel?

Había prometido callarme sus aventuras a espaldas del esposo, a cambio de varios favores.

“Todos ocultan su verdadero rostro”, me enseñó una vez mi padre.

Mis ojos se desviaron al anciano a su lado. Un hombre de traje, siempre con expresión neutra. Se veía débil: brazos delgados, piel añeja. Su empresa era próspera y limpia. Un prestamista que sonreía con altruismo mientras recitaba su frase de siempre:

—Mi empresa y yo estamos para ayudar, para darle esa mano amiga al visionario, al emprendedor.

Esa era su máscara, cuando los clientes caían a pedir dinero. Su verdadero rostro aparecía una vez que se cumplía el plazo de cobro.

Don Vitale, la cabeza de una familia italiana que utilizaba métodos poco amigables para hacer que sus deudores pagaran. Nadie lo decía en voz alta, y él tampoco se presentaba como tal, pero todos lo sabían: la asociación tenía como socio al capo de la mafia italiana.

Conteniendo una risotada irónica, fijé los ojos en mi siguiente objetivo.

Un hombre cuarentón, simpático, de sonrisa ancha y ojos opacos. Un faro en aquella mesa: toda la atención giraba en torno a él, alimentada por su humor fácil.

Hablaba de su mujer —la actual—, alardeaba de "su" hija —en verdad, hija de su mujer actual—, asegurando que su inteligencia la llevaría lejos.

—A este paso podrá heredar la Hotelería Santesteban y yo podré jubilarme tranquilo a los cuarenta y cinco años.

Todos rieron el chiste.

Entorné los ojos. “Su mujer”, pensé. Su verdadera mujer estaba muerta. “Su hija”, pensé. Su verdadera hija fue vendida a la mafia italiana —sí, al mismo Vitale— vaya uno a saber para qué cosas horrorosas, a cambio de financiamiento para su hotelería.

¿Cuánto tardaría en cambiar otra vez de mujer y de hija?

La reunión terminó sin más preámbulos, luego de coordinar la siguiente fecha de encuentro. Me despedí con una sonrisa artificial y desaparecí.

Llegué a casa. Las luces estaban apagadas; la señora de la limpieza ya se había marchado.

No me quedé. No podía sacarme de la cabeza aquello. Luego de encontrarme con mis socios, esa sensación en el pecho no me abandonaba.
Debía ir ahora mismo. No podía esperar más.

Fui a la biblioteca. Busqué entre los estantes el libro que bien conocía: El hombre de la máscara de hierro. No tardé en hallarlo entre los miles de tomos, enciclopedias y novelas.

Lo abrí. Dentro, una caja oculta. Coloqué la contraseña numérica y liberé la llave guardada en su interior.

Busqué el segundo libro: El Fantasma de la Ópera. Lo retiré, revelando una hendidura en la pared. Allí introduje la llave y la giré.

El librero se despegó de la pared con un sonido quejumbroso.

Unas escaleras oscuras se presentaron ante mí. Descendí por ellas de manera natural, instintiva. ¿Cuántas veces había recorrido cada escalón?

Llegué al final. Busqué, sin equivocarme, el interruptor en la pared. Lo presioné. Las luces rojas inundaron las paredes de roca.

Caminé hasta el fondo de la habitación. Varias pantallas me esperaban. Una transmitía el circuito cerrado de las cuatro celdas.

Dos hombres. Dos mujeres.

Todos reaccionaron con terror cuando los haces rojos se proyectaron sobre sus cabezas. Una de ellas tembló; la otra se abrazó a sí misma. Uno de los hombres miró a su alrededor, confundido. Y el último me miró directamente a la cámara, con los ojos oscuros y la mandíbula tensa. Me estremecí. Era como si pudiera verme a través de la pantalla.

Levanté los ojos. La máscara roja colgaba de un gancho oxidado en la pared de piedra.

La tomé. Cuando el frío del material cubrió mi piel, sentí que ya no estaba desnudo.

Mi verdadero rostro.

—Nunca olvides tu máscara —dije en voz alta, con éxtasis, recitando de memoria las enseñanzas de mi padre.

Suspiré hondo. Esperé a mimetizarme. A volverme uno con ella. Hasta que ya no pesara. Hasta que ella fuese mi rostro.

Me acomodé en la silla, me enderecé y encendí la cámara.

Mi imagen se iluminó en las pantallas de cada celda.

—Buenas noches, mis cariños. Comencemos con el juego final.

***

Los personajes de este relato pertenecen a “4 Celdas”, una novela que será pronto publicada en Amazon. 

jueves, 22 de mayo de 2025

La última frecuencia


Elias Voss estaba sentado frente al receptor, como cada mañana desde que había llegado a Kepler b-405.

Según los cálculos, la transmisión debió llegar en las primeras tres horas tras su arribo. Pero ese día se cumplía una semana desde que había instalado la base. Miró por la ventana la tormenta electromagnética que se avecinaba desde las dunas keplerianas.

Un día en Kepler b-405 equivalía a cinco años en la Tierra, ya que orbitaba dentro del campo de distorsión de Metatrón, una estrella magnetar…

“Ya han transcurrido… 35 años terrestres”, pensó.

Respiró hondo, intentando mitigar los síntomas de ansiedad que comenzaban a presentarse.

El panel se agitó con violencia y los LED titilaron al ritmo de la tormenta cuando esta alcanzó la base.

Elias se apresuró a desconectar el receptor, pero se detuvo al ver un comando numérico aparecer en el panel. No lo reconoció. La frecuencia provenía de algún lugar desconocido.

“¿Acaso de otra estación lejana? Tal vez ellos sepan qué sucede en la estación terrestre…”

Aceptó la transmisión.

—No recibirás el mensaje que esperas —se sorprendió al reconocer la voz del otro lado. Era su voz. Él mismo se estaba enviando un mensaje—. Esperé por años, y nunca llegó. Luego de que la nave abandonara la Tierra, hubo una rebelión cibernética. Misteriosamente, la IA logró tomar conciencia. No pierdas el tiempo como yo lo hice. Mi tú de ese entonces: aún estás a tiempo. Busca y encuentra a las personas que aún están libres de la inteligencia artificial consciente. Debes llegar primero, encuéntralos a todos y recupera la Tierra. Recuérdales que es nuestro planeta, no el de las máquinas.

🪐🪐🪐

Este escrito participa en Microrrelatos séptima temporada: La espera 

lunes, 19 de mayo de 2025

La Hermandad de los Magos Obcecarios de Cynthia Soriano

¡Hola a todos!

Estoy emocionadísima de compartir con ustedes una gran noticia: ¡ya está disponible en Amazon el tercer volumen de mi saga de fantasía oscura: "Silian"! Ha sido un viaje increíble, lleno de desafíos, emociones y muchas noches en vela dando vida a esta historia.


SINOPSIS: 

En un mundo donde la magia es tanto un don como una maldición, la Hermandad de los Magos Obcecarios surge como un bastión de poder y secretos. La saga sigue la vida de diferentes personajes, talentosos y atormentados. A medida que la saga se desenvuelve, veremos como la vida de estos personajes se entrelazan entre sí.
A medida que la saga avanza, la Hermandad de los Magos Obcecarios se enfrenta a desafíos aún mayores, desde conspiraciones internas hasta amenazas externas que podrían cambiar la faz del mundo mágico. El destino de elfos, humanos y mestizos está entrelazado con la Hermandad, y la lucha por la supervivencia, la paz y la aceptación se convierte en el núcleo de esta emocionante saga llena de magia, intrigas y emociones intensas.


TRAILER: 



Si han acompañado a mis personajes en los libros anteriores, saben que el peligro acecha en cada rincón y la magia tiene un precio. En esta nueva entrega, la historia se profundiza aún más, llevándonos a descubrir el potencial de un personaje que tiene mucho que dar y que la paz es solo una ilusión.  


Gracias por estar aquí, por leerme y por hacer que este sueño siga creciendo.

Pueden encontrar la saga aquí: 

US: https://www.amazon.com/-/es/dp/B0CSWR1TQV?binding=kindle_edition

ES: https://www.amazon.es/-/en/dp/B0CSWR1TQV?binding=kindle_edition

MX: https://www.amazon.com.mx/dp/B0CSWR1TQV?binding=kindle_edition

Y por supuesto, esta historia aún no ha llegado a su fin. Ya estoy trabajando en el cuarto volumen, que probablemente llevará por título "Alister". Así que prepárense, porque lo que viene promete ser épico. ¡Pronto les contaré más! 

¡Nos vemos entre las páginas! 

martes, 6 de mayo de 2025

Flashback: Volumen I - Cynthia Soriano

¡Por fin me animé! Después de mucho pensarlo, decidí llevar una de mis sagas favoritas a Amazon. 

Ahora, cada libro tiene una nueva portada que refleja mucho mejor la esencia de la saga. Además, los textos han sido corregidos para ofrecer una experiencia de lectura más cuidada y envolvente. Me emociona muchísimo compartir esta versión renovada con ustedes.

Por el momento, solo el primer volumen está disponible, pero no se preocupen, porque ya estoy trabajando en los siguientes para que puedan disfrutarlos lo antes posible.


SINOPSIS:

¿Cómo fue para ti la primera vez que nos conocimos? ¿Qué sentiste en ese segundo en que intercambiamos nuestras miradas? ¿Y la primera vez que tomaste mi mano?¿Cuándo fue que caí rendida a tus pies?
Estoy enredada en un grave dilema: estoy enamorada de mi mejor amigo, pero él parece no notarlo. Mi cabeza da vueltas como loca. ¿Qué debo hacer? ¿Continuar con mi vida o hacer que se entere de mi amor?
Todo comienza a los seis años, cuando lo conocí, y desde entonces nunca nos separamos. Somos los mejores amigos, pero ¿él también querrá traspasar la barrera de la friendzone tanto como yo?
...
Durante quince años, Diana ha estado enamorada de Nicholas, su mejor amigo. Desde el primer día de clases, cuando sus ojos se cruzaron por primera vez, supo que su corazón le pertenecía. Pero el amor no siempre es correspondido, y a veces, la vida se encarga de poner a prueba hasta los sentimientos más profundos.
Ahora, a sus veinte años, Diana se enfrenta al dolor de ver a Nicholas enamorarse de otra. Entre decisiones impulsivas, planes alocados y arrepentimientos tardíos, su vida dará un vuelco de 180 grados cuando alguien inesperado regrese del extranjero.
Con una mezcla perfecta de humor, drama y emociones a flor de piel, Flashback es una historia sobre el primer amor, la amistad verdadera, las malas decisiones y las segundas oportunidades. Una novela que te hará reír, llorar y recordar que, a veces, crecer también duele.
¿Puede un corazón roto volver a amar a quien lo hizo pedazos?


GÉNERO: comedía romántica, drama, novela psicológica

Manual Indispensable para el Escritor: Volumen I: Bases y Fundamentos - Cynthia Soriano

Después de un largo tiempo, por fin vuelvo al blog con mucha emoción y ganas de compartir lo que he estado creando. He estado sumergida en un proyecto que significa mucho para mí, uno en el que puse todo mi esfuerzo, investigación y pasión para que finalmente vea la luz en Amazon. Si todo marcha bien, este será el primero de muchos tomos, una aventura que apenas comienza y que espero que me acompañen en cada paso. Les presento: 


Se trata de un manual con estrategias, consejos y formación para dar tus primeros pasos en el mundo de la escritura.

Si amas escribir pero no sabes por dónde empezar, este manual te brinda herramientas esenciales para desarrollar tu estilo, mejorar tu técnica y comprender el arte de narrar historias.

🔹 Técnicas prácticas de escritura 

🔹 Consejos para construir personajes memorables 

🔹 Estrategias para superar el bloqueo creativo 

🔹 Guía sobre publicación y difusión de tu trabajo

Un manual imprescindible para todos los amantes de la escritura que buscan dar su primer gran paso.




A continuación les dejo el link a Amazon: 






lunes, 3 de junio de 2024

La Jaula

 



Despertó y fue negro lo único que vio. Supo que estaba en un lugar estrecho porque no podía incorporarse, era algo parecido a un túnel de metal, porque sentía el frío calándole la piel desnuda. Sí, estaba desnuda, completamente.

Le dolía la cabeza. Se llevó una mano a la sien y sintió que le palpitaba. Había recibido un golpe. Eso explicaba por qué se había despertado en ese extraño túnel de metal. Pero algo le perturbaba, ¿cómo había llegado allí?

Intentó mantener la calma, pero fue difícil. No entendía qué sucedía ni dónde estaba.

Cerró los ojos y seguía viendo lo mismo: nada negra. Respiró hondo varias veces, controlando, de aquella manera, su ritmo cardiaco y que su mente no corriera al abismo. Su padre le había enseñado que en situaciones límites lo mejor es siempre mantener la calma.

Su meditación fue interrumpida cuando por el túnel se sintió una vibración. Las paredes metálicas fueron víctimas del sismo, y su cuerpo se acompasó al movimiento siniestro. Unas bisagras crujieron y un cuadrado de luz natural se abrió ante sus ojos. Tuvo que entrecerrar los párpados, ya que sus pupilas se habían acostumbrado a la completa oscuridad. Con una nueva puerta abierta, su cuerpo ya no tenía punto de apoyo, comenzó a deslizarse, llevada por la gravedad. Intentó sostenerse de las paredes del túnel, pero el peso de su cuerpo fue difícil de sortear. Su piel quemó contra el metal al deslizarse. Gritó, respiró con dificultad, y ni así fue capaz de encontrar las fuerzas para vencer la caída.

Sintió que una ráfaga de aire fresco le daba de lleno contra el cuerpo. La adrenalina jugó a su favor, sintió que la caída era en cámara lenta y procesaba cada fragmento de segundo en un bocado. Se batió, se sacudió con todas sus fuerzas. Su espalda chocó contra unos barrotes metálicos, tan fuerte que la envió hasta la pared contraria. Gimió con dolor cuando se le desprendieron las uñas al intentar sujetarse de uno de los barrotes. Por fin, y contra todo pronóstico, logró cerrar los dedos contra uno de los barrotes, se balanceó y consiguió acomodarse para alcanzar el barrote con ambas manos.

Se atropelló con su propia respiración, el susto y el esfuerzo la habían ahogado. Pero no tenía tiempo de relajarse. Buscó con los ojos el final de la jaula, no alcanzó a verlo, ya que con los metros las paredes de barrotes se perdían en la absoluta oscuridad.

Miró sobre su cabeza. El túnel del que había caído estaba cerrado otra vez.

Se sujetó con fuerza, negándose a caer; ya que el fondo no parecía ser una buena opción. Intentó escalar, pero fue un menester vano, ya que los barrotes se encontraban muy separados entre sí. Ni siquiera logró colocar un pie para descansar el cuerpo. Se encontraba colgando a la deriva, sostenida solo por los brazos.

Mientras pensaba en alguna manera de escapar, un sonido familiar se oyó sobre su cabeza. El túnel de metal volvió a abrirse. La mujer se presionó contra los barrotes cuando percibió un grito de pánico provenir del túnel. Un hombre, tan desnudo como ella, cayó desde el túnel gritando con desespero. Pero él no tuvo tanta suerte, no logró aferrarse a los barrotes y se precipitó contra el fondo. La mujer esperó escuchar el golpe del cuerpo desparramándose contra el suelo, pero nada parecido llegó. No, lo que se escuchó fue un sonido escabroso, como el que se escapa de la garganta de una enorme bestia. Se sentía debajo de sus pies, a varios metros en el fondo de la jaula. Era como si algo al final exhalara satisfecho.

Se aterró. Un frío helado subió por cada gramo de su cuerpo. Intentó subir, alejarse de esa cosa del fondo, fuera lo que eso fuera; pero fracasó. No pudo escalar, todo lo contrario, sus dedos se deslizaron por los barrotes. El aire se atoró en su garganta mientras presionaba con fuerza los puños, dejando una estela roja en las varas metálicas. Su caída se detuvo, pero se había acercado peligrosamente al fondo. Estaba en el límite entre la oscuridad y la luz de la jaula. Su boca se contorsionó en una mueca de desesperación y le rezó al dios del que siempre descreyó. Alguien, el que fuera, ¡qué la salvara!

Sus dedos comenzaron a hormiguear, y, uno por uno, se adormecieron. Sus ojos lloraron las lágrimas que había estado conteniendo; ya no tenía fuerzas y su voluntad comenzaba a hacerse añicos. Sus músculos se agarrotaron y ya no pudo controlar su propio cuerpo. El cansancio la había vencido; sus dedos se desprendieron del barrote y sintió que un vértigo feroz le asaltaba la mente. El aire raspó con velocidad su piel y lo último que vio fue unas enormes fauces, de dientes espinados, abriéndose para engullirla.

...

lunes, 6 de mayo de 2024

El Intruso de Cynthia Soriano

 


En el tranquilo hogar de Victoria, marcado por la pérdida y la soledad, la llegada de un misterioso inquilino despierta una serie de eventos inexplicables. Victoria, una mujer que carga con la tristeza de un pasado doloroso, decide alquilar una habitación vacía en su hogar para encontrar algo de compañía y alivio.
Sin embargo, tras la llegada del nuevo inquilino, extraños sucesos comienzan a tejerse en la oscuridad. Ruidos en la noche, sombras que se desplazan y objetos que parecen moverse por voluntad propia despiertan la paranoia en la mente de Victoria. Un aura de misterio rodea al inquilino, cuya presencia parece ir más allá de lo físico.
La sombra, un ente indefinido que parece acechar en los recovecos del tiempo, se convierte en el catalizador de una serie de eventos que amenazan con cambiar la realidad misma. Victoria, incapaz de discernir entre la amenaza y la protección, se embarca en un viaje vertiginoso donde cada revelación plantea nuevas preguntas.
"El Intruso" es una novela de suspenso que desentraña los misterios que rodean al inquilino y a la sombra, manteniendo a los lectores en vilo con cada página. En este oscuro relato, Victoria se enfrentará a su propio pasado, presente y futuro, descubriendo que las sombras que la rodean son más profundas de lo que jamás pudo imaginar.


Géneros: terror paranormal y suspenso. 

Versión: en tapa blanda, tapa dura y ebook

Disponible: Amazon

Link de Amazonhttps://www.amazon.com/-/es/Cynthia-Soriano-ebook/dp/B0D36V1VT9/ref=sr_1_1?s=digital-text&sr=1-1