martes, 11 de agosto de 2015

Ojos Pardos en Noche de Luna



Los gritos cortaban la noche, una noche que imperaba la luna llena.
                Después de luchar cuatro horas, nació su séptimo hijo.
                El padre acercó al niño de piel láctea a la ventana, para que la luz de la noche lo bañara. Era un niño hermoso, de ojos grandes y pardos, que guardaban en su interior una fuerza como ninguna.
                El niño creció como cualquier otro, trabajando en la caza de su padre, mientras su madre enfermaba gravemente hasta la muerte. 
Siete niños crecieron sin madre, sólo al cuidado de un severo padre.  
El séptimo hijo sobresalía a los demás, era habilidoso y fuerte, podía trabajar la tierra sin agotarse, y cazar la más grande de las presas. En la pubertad, no solo su cuerpo y mente se desarrolló, había algo en su interior que también estaba madurando, esperando el momento justo para hacerse presente en su huésped.      
El día que cumplió sus veintiún años, su naturaleza comenzó a tomar fuerza. Durante la noche, el muchacho se removía en su cama violentamente, extraños sueños lo asechaban. El quinto hijo, que dormía en la misma habitación, lo despertó.     
― ¿Qué te sucede?
― No lo sé― Le respondió limpiándose el sudor de su rostro con la manga del pijama ― Necesitó tomar aire― Le dijo saliendo de la habitación en dirección a la puerta de la sala.
Cuando salió de su casa, sintió como el aire frio del exterior se calaba en su piel, estaba temblando. La luna llena se hizo presente en la inmensidad de la noche, antes oculta entre las nubes, ahora estaba bañando con su luz lustrar los contornos de la tierra, incluyendo la blanquecina piel del muchacho.
Su piel absorbió su magia, el poder que la luna le otorgaba, sacando al exterior aquello que estuvo oculto durante veintiún años. La piel de su cuerpo se comenzó a desprender, era doloroso, el joven gritaba, viendo como una nueva piel se abría paso entre la anterior, una piel gruesa y peluda, su mandíbula se ensanchó, sus colmillos se estiraron, sus orejas se volvieron puntiagudas y atentas. En sus manos tenía poderosas garras, destructivas.
Su garganta ardía, pedía algo a cambio, el joven intentó resistirlo, pero no pudo, su instinto ganaba. Ensanchó su garganta, dejando salir aquello que era demandado. Un poderoso aullido irrumpió en la noche, despertando al resto de los hermanos y a su padre.  
El hombre anciano, tomó entre sus manos una vieja escopeta, la misma que usaba para cazar. Aquel extrañó gruñido lo asustó, nunca había escuchado nada igual. Salió al exterior valientemente, escoltado por sus hijos varones, mientras las mujeres se ocultaban en el sótano, llorando y temblando de miedo.     
El padre estaba preocupado, había un hijo que no lo acompañaba, el séptimo estaba desaparecido. A unos metros de la puerta de entrada, encontró el pijama de éste, hecho girones, como si alguna bestia lo hubiera arrancado de su cuerpo con garras, violentamente. El anciano lloró desconsoladamente mientras una grieta se abría en su corazón, lo creyó muerto.   
No sólo la noche acechaba al padre y a sus hijos restantes, el anciano no podía verlo, pero percibía su maligna presencia.         
Los hijos se prepararon, empuñaron sus armas, llevaban cuchillos, escopetas y pistolas. El anciano levantó la escopeta, dispuesto a defender su familia, no dejaría que aquello, fuera lo que fuera que estuviera allí afuera, matara a alguno más de sus hijos, los defendería a muerte.      
Las ramas de los arboles se agitaban con ímpetu, algo se deslizaba entre ellas.   
Una enorme bestia saltó de la cima de un árbol, cayendo sobre sus dos musculosas patas caninas, era una criatura alta y corpulenta, envuelta en un pelaje oscuro, era mitad lobo, mitad hombre. El hombre lobo atacó a la familia repartiendo zarpazos entre ellos, abriendo sus carnes y arrojando a los jóvenes por el aire, como si no pesaran nada. El anciano se encontró con la bestia de frente, apuntó el cañón hacía el pecho del animal salvaje, estaba decidido a acabar con su vida, vengando así la muerte de su querido séptimo hijo.        
El animal aulló salvajemente, como cuando un león territorial intenta causar miedo a su presa, creyéndose el dueño del lugar. El viejo se estremeció al escuchar aquel gruñido amenazante, pero su corazón se partió cuando vió los ojos de la bestia, eran ojos pardos, los conocía bien, era la mirada de su séptimo hijo. Sus fuerzas flaquearon, no sabía cómo acabar con la vida de su hijo.  
El hombre lobo arrinconó a su padre contra la pared de su casa, allí le quitó la vida, se lanzó sobre él, clavando sus profundas garras curvas sobre la tierna carne del anciano, llevándose la sangre y la vida que lo había cuidado en su niñez. Era un monstruo.        
Luego fue por sus hermanos, estaba decidido a matarlos a todos, pero la noche llegó a su fin, era tarde para continuar con su sangrienta casería.   
Cuando la nube que oscurecía su mirada se disipó al ser bañada por la luz del mañanero sol, comprendió lo que había hecho, había matado a su padre, y había estado dispuesto también a acabar con la vida de cada uno de sus hermanos. Se halló desnudó, frente a sus fraternales. Ellos lo miraron con miedo, como si su hermano fuera una bestia asesina, de las más horrendas.
Nunca se sintió tan desesperado y vacio, su corazón había perdido grosor, volviéndolo un infeliz de por vida, tendría que vivir con las manos llenas de sangre por el resto de sus días, y aun peor, con una maldición hasta el día de su muerte.                    
El séptimo hermano se escapó de su casa, entró a las más oscuras profundidades del bosque, estaba dispuesto a perderse en lo más espeso de la selva, donde le sería imposible volver a salir, así ya no podría hacerle más daño a su familia, ni a nadie más que amara.         

   

12 comentarios:

  1. Un genial cuento inspirado en la leyenda del hombre lobo. Aunque en lo personal me agradan más les versiones originales, donde el maldito se convertía en un lobo o perro grande y no en un lobo antropomorfo como en la imagen. A pesar de que se vea intimidante y genial, creo que es una aberración al concepto original. Más allá de esto, el relato estuvo genial.

    Que tengas una hermosa tarde. :-D ¡Saludos!

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    1. Hola Nahuel, me alegro que el cuento te haya gustado ( en parte jeje)
      A mi me agradan ambas versiones, la que se convierte en lobo completamente y la que es medio mutante.

      Un saludo :)

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  2. Holaa! Me gusta mucho tu blog y tu manera de escribir, te podrías pasar por el mío? Mifelicidadatucostado.blogspot. com

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    1. Gracias por pasarte por mi blog, me alegro que te guste. :) Ahora mismo me paso por el tuyo.

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  3. Un cuento en el que la transformación queda escrita de modo genial, siendo el asesinato de su propio padre el desencadenante de que en ese bosque habite por largo tiempo un nuevo ser.
    ¡Enhorabuena, te sigo!

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    1. Muchas gracias por leer mi cuento, me alegro que te haya gustado.

      Buen domingo.

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  4. hola cynthia me fascino tu entrada es bastante desgarradora la
    historia

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    1. Muy cierto María, es una historia muy triste.
      Gracias por leer.

      Un saludo.

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  5. Me gustó! es lo primero que leo, pero muy buen comienzo. Es una terrible tragedia pero la narración es muy buena para mi y también te traslada al momento, época o lugar de la historia. Saludos!

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    1. Gracias Manuel por leer, me alegro que te haya gustado el cuento a pesar de ser una tragedia.
      Un saludo

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