— ¡Te encontré!— Grité enojada
mientras azotaba la puerta con violencia, haciendo que mi hija y la adivina
saltaran del estupor sobre sus sillas.
Mi pequeña e inocente niña estaba
tomada de las manos con una bruja, ella se deja engañar por este tipo de cosas,
no sé cuantas veces la he encontrado desobedeciéndome, ya le he explicado unas
mil veces que es perdida de dinero y tiempo, esta clase de gente te hace creer
lo que ellos quieren que uno crea, y los idiotas caen en su jueguito.
— Tu madre tiene un temperamento
muy violento— Dijo la vieja bruja, mi hija bajó la mirada y pareció sonrojarse,
como si yo la estuviera poniendo en ridículo. Aquí la única ridícula es mi hija
que le cree a esa vieja bruja impostora.
Mi hija que todavía no tenía
cumplido ni siquiera los quince años, esta tarde llevaba una remera suelta y
una vincha le recogía el cabello azabache. La bruja, parecía estar disfrazada
para un teatro del mago de Oz, la envolvía una túnica violeta estampada con las
figuras del zodiaco, y un turbante de plumas le cubría el cabello anaranjado,
sin mencionar que su rostro estaba inundado de sombra y pintura, dándole un
aspecto místico.
Me acerqué a la mesa hecha una
furia, tomé el mantel azul de estrellas y lo arrojé hacia atrás y luego golpeé
la mesa repetidas veces, haciendo que mi hija gritara. Sí, tal vez estaba exagerando
un poco, pero no soporto a las personas que se aprovechan de niños inocentes como
mi hija, que le hacen creer en cosas que no existen, solo para robarle algunas
monedas. ¡Es indignante!
— ¡Para, mamá!— Me gritó ella — ¡¿Por
qué siempre haces una escena de todo?!— Me preguntó encolerizada.
— Es que hija, ¿No te das cuenta
que lo que quiere esta mujer es robarte dinero?— Le dije señalando a la bruja,
la cual hizo caso omiso a mi comentario, como si no le afectara mi
recriminación.
— Pero mamá— Dijo exasperada,
intentando hacerme entrar en razón — Si no hubiera venido con ella, no estaría
hablando contigo ahora.
Je, je, je. Parece que la madre no se dio cuenta que ha muerto y que su hija busca la ayuda de la bruja para comunicarse con ella. Je, je, je. Aunque más que una bruja sería una suerte de médium. Un buen cuento, como de costumbre.
ResponderEliminarQue culmines bien tu fin de semana. ¡Saludos!
Gracias Nahuel por leer.
EliminarJa, ja, me alegro que te haya gustado el cuento.
Buen fin de semana para ti tambien.
No me esperaba eso en realidad me ha encantado!!!
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado el cuento.
EliminarGracias por leer.
Ni en el más allá dejan de ser sobreprotectoras,regañonas y criticonas las mamás. ;-) Lindo relato.
ResponderEliminar¡saludos!
Muchas gracias Sofía por leer, me alegro que te haya gustado el cuento. Un saludo.
EliminarNi en el más allá dejan de ser sobreprotectoras,regañonas y criticonas las mamás. ;-) Lindo relato.
ResponderEliminar¡saludos!